¿Nunca has deseado irte? ¿Abandonar todo cuanto posees? ¿Coger el primer tren que se presenta en la vía, cuya dirección se mantiene oculta? ¿Empezar de nuevo a vivir, disfrutando de cada momento como si fuera el último? No nos engañemos; no te engañes. Si nunca has pensado en ello, su simple razonamiento es, que crees que tu vida ha llegado a un punto de perfección, o bien que crees que crees has hallado con la felicidad. Algunos pensareis que ser perfecto lleva automáticamente a la felicidad. Y no es así; la perfección lleva a la destrucción, o más bien dicho a la autodestrucción. En cambio, la felicidad.. No creo que pueda hablar de ella. La felicidad es un concepto tan sutil e efímero, que cuando tratas de tocar-la o de simplemente alcanzar-la, desaparece. La felicidad es algo mágico, no dura siempre; en realidad, no dura casi nada. Uno puede tener momentos felices porque le han regalado algo, porque ha encontrado el amor, por que ha formado una familia, porque le han regalado un perro, porque se ha casado,.. Todo el mundo tiene estos momentos hermosos, todo el mundo. Y sí, hay veces muchas veces, que estas cosas duran y perduran, pero a veces, los regalos se rompen, a veces los amores no duran siempre, a veces las familias acaban mal, muy mal, los perros mueren tarde o temprano, y a veces, los matrimonios no duran hasta que la muerte los separe. Y es aquí donde entra en juego la felicidad; cuando las cosas acaban, te queda el recuerdo, también la tristeza porque se acabó, pero hay algo que mucha gente no tiene en cuenta, pero es lo más importante; siempre te va a quedar la felicidad, La felicidad de poder decir, si, me regalaron esto, si, encontré el amor, si, tuve una familia y preciosa, si, tuve un perro, posiblemente el más bonito, y si, me casé y fueron unos años preciosos. En resumen, siempre disfrutaras de esa felicidad que duró lo que tenía que durar, pero que fue hermoso mientras duró.
Por esta razón; La vida no se cuenta por las veces en que respiras, no. La vida se cuenta por los momentos en los que ella misma te deja sin aliento.
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